Como una bomba de relojería a punto de estallar: así se encuentra la desquiciada familia Hall de Peterborough… George, el padre, sobrelleva la jubilación trabajando en su jardín y pasando por alto la infidelidad de su esposa Jean… Ella, por su parte, tiene cada vez más difícil citarse con su amante, ahora que su marido anda todo el día en casa… Y, para colmo, sus dos hijos –el inseguro Jamie y la temperamental Katie– han hecho la peor elección posible a la hora
de emparejarse… A medida que la boda de Katie se va acercando, todos ellos tendrán que enfrentarse a sus miedos y fantasmas… Un inolvidable retrato de personajes al borde de un ataque de nervios…Una tragicómica historia de conflictos domésticos y paternofiliales en la que resulta imposible no reconocerse

No esta ml, pero esperaba más del autor dspues de lee el del perro.

CONTROLLED RELEASE NOTES:

Se quedó ayer en la liberación de Ciudad Real.

El curioso incidente del perro a medianoche me pareció una porquería bastante gorda, con un protagonista que merece morir varias veces y un falso final feliz egoísta y repugnante. De modo que cuando en la Fnac uno de los empleados me dijo que este libro era muy divertido, no me lo creí y me abstuve de comprarlo. Sin embargo, este sábado estuve viendo cómo su colorida sobrecubierta se transparentaba en la bolsa que llevaba Isgoma y pensé que sería una buena ocasión para echarle un ojo y reconciliarme con el autor o bien tacharlo de mi lista, de modo que me pegué a ella hasta que vi dónde lo soltaba para cogerlo XD

Ya contaré qué tal la experiencia...

Pues al final la experiencia ha sido buena... Supongo que influye el haber leído el libro muerta de sueño en el autobús de ida y de vuelta del trabajo, porque cuando estoy cansada estoy mucho más receptiva a las tragedias y esta novela es un drama vestido de comedia: cuando lo cotidiano se lleva a un extremo, se convierte en humor o en parodia y la angustia vital de George, su certeza de la muerte y su incapacidad para enfrentarlo se exagera hasta el infinito para servir de catalizador al resto de la familia y crear situaciones divertidas, pero también muy tristes. Porque Jean ha vivido una vida serena y aburrida con George y por tanto pensaba que el amor pasional estaba destinado sólo a actores perfectos en películas de ficción, de modo que su amante la llena de una manera que no sospechaba y me parece muy triste vivir aceptando que las cosas de las películas sólo pasan en las películas; porque Jamie tenía estabilidad sin compromiso y lo echa todo a rodar porque para qué cambiar lo que ya está bien y me pareció muy triste la forma tan tonta en que pierde a Tony; porque Katie no sabe si se casa por amor o porque su prometido se lleva bien con su hijo y le da estabilidad y me parece muy triste renunciar a una cosa en favor de otra... Y la boda, la aventura amorosa, la ruptura sentimiental, todo estalla y se desborda cuando además hay que preocuparse de un padre que está desquiciado y paranoico.

El final no es exactamente feliz para mi gusto, al menos en lo que a George y Jean respecta, pero más o menos devuelve cada cosa a su lugar y deja a los personajes un poco más satisfechos consigo mismos tras la experiencia catártica de la boda, que con tanto desastre junto sí resulta divertida.

Y me estoy enrollando sin decir nada, en realidad, pero intentaba expresar que estos personajes, a pesar de sus reacciones exageradas que nadie espera ver en la vida real (sobre todo el tratamiento de George para su eccema) son curiosamente cercanos y que en sus reflexiones e incluso en algunas de sus reacciones es fácil reconocerse, de ahí que esta novela me haya gustado más que El curioso incidente del perro a medianoche y por tanto no tache a Haddon de mi lista de legibles. No es que se haya convertido en mi nuevo ídolo, pero aunque sea un poquito me he reconciliado con él.

WILD RELEASE NOTES:

El 22 de junio es el aniversario del foro español de BookCrossing, de modo que se convino que cada becero honrase semejante fecha liberando algún título en su ciudad: yo suelo liberar un libro a la semana, así que no me supone demasiada variación de mi rutina becera. De hecho, liberaré donde siempre, en Plaza de Armas, pero no puedo garantizar ni la hora ni el sitio exacto. Bien puede ser en la estación de autobuses, en el lugar de costumbre, bien en el centro comercial, en alguno de los bancos que hay por allí, que se está más fresquito.