Presa
1 journaler for this copy...
Entre los vaticinios de los expertos, siempre había estado claro que, más temprano que tarde, los senderos de la programación informática, la biotecnología y el desarrollo de maquinaria micromolecular terminarían por coincidir en un sólo camino: la creación de una nueva especie. Pero nadie se hubiera atrevido siquiera a sugerir que aquel momento ya había llegado, cuando un organismo completamente artificial comenzaba a ver la luz en el desierto de Nevada. Una creación indetectable y absolutamente mortífera.