Trata sobre la vida de Maimónides; a mí se me quedó un poco corto, mucha vida en pocas páginas.

Bueno, pues el libro se ha ido hacia otras tierras a través de una bookbox. Ahora es cosa de Duque...¡buen viaje!

Anoche recogí el libro. Mucha gracias Pjuana por compartir este libro. Espero poder leerlo pronto y decirte que me ha parecido.

Saludos y gracias.

Anoche acabé de leerlo. Me ha parecido un buen libro, que engancha si te gusta la novela histórica.

La semana que viene lo enviaré a Sevilla, que lo pedió Carboanion en la Bbox.

Gracias Pjuana por hacer circular este buen libro.

Saludos.

Hoy ha salido de viaje hacia Sevilla, dirección a Carboanion.

Espero que te guste.

Saludos.

¡Ha llegado hoy mismo! Es curioso, pedí el libro sólo por el título, sin saber ni de qué iba, porque a mi padre le gusta la novela histórica (y a mí también, por supuesto). Al abrir el paquete y leer la sinopsis, descubrí que se narra la vida de Maimónides y da un poquito de miedo: hace bastante tiempo leí El médico de Córdoba, de Herbert LePorrier, que también narra la vida de este cordobés, y fue tan hermoso y tan emocionante que me temo que las comparaciones resultarán odiosas... ¡Espero que esos temores sean infundados!

Muchísimas gracias a Duque por el envío, ahora mismo tanto f-aldea como yo tenemos lecturas para dar y para regalar y no sé cuándo podremos hacer los honores a esta novela, ¡pero espero no tardar demasiado!

Mi hija, como siempre, me va amontonando libros en la mesita de noche y éste era el que estaba en la cumbre del montón cuando decidí abandonar la lectura de ¡Oh, Jerusalén! de Dominique Lapierre: tras un tratado tan árido sobre la creación del estado de Israel, agradecí muchísimo una novela histórica que realmente es novela y no una serie de datos y detalles farragosos, sino una historia muy entretenida y amena.

Se lo doy a mi hija, que supongo que lo leerá un día de estos...

Estos días están anunciando una colección de obras de César Vidal. En el anuncio aparece el autor diciendo que muchos han leído sus obras y otros mucho las han destruido: no será El médico de Sefarad quien acumule detractores, porque un libro tan soso y tan anodino no puede levantar pasión alguna, sin contar que esa frase de Vidan el dicho anuncio me parece pretenciosa y me predispone contra él, por pedante.

Como ya dije hace tanto tiempo, leí y adoré El médico de Córdoba, de Herbert LePorrier, así que este libro me ha sabido a poco. Por más que incluya páginas con reflexiones sobre Adonai y las reacciones del hombre ante el dolor y la muerte, para mi gusto esta novela tiene poca chicha, se centra más en el peregrinar de un lado para otro que en el lado filosófico del personaje, que terminó por parecerme una persona con poca iniciativa, sometido a su padre y guiado por su hermano tras la pérdida del primero.

Para más inri, el que un capítulo termine de modo que sea preciso leer el siguiente para saber qué pasa, aunque se intercale otro con otro tema diferente, me parece un recurso bastante barato, como de serie de aventuras, sin contar que el hecho de que se alternen episodios del pasado y del presente me hace pensar que es inútil dejar a medias la situación en el final del capítulo, porque lo que se lee entre tanto distrae la atención, relaja la tensión, ¡no sé cómo explicarlo!

En definitiva, una novela idónea para leer y olvidar. No tenía ganas de empezarla y quizá eso haya influido en mi opinión, así que la incluiré en la caja virtual de novela histórica, por si alguien quiere darle una oportunidad antes de que se pierda en la selva.

RELEASE NOTES:

Cuando hago la nota, no tengo ni idea de dónde tendrá lugar la liberación masiva del Encuentro, así que sólo puedo especificar que está prevista para el sábado 3 por la tarde...