Cuentitos
by Naranjito | Literature & Fiction | This book has not been rated.
ISBN: Global Overview for this book
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No es realmente un libro físico. Me he comprometido "conmigo mismo" a poner un cuentito diferente cada semana en mi estantería. Así que los que vaya poniendo los anoto aquí por si alguien está interesado (que lo dudo...) y se ha perdido alguno...
Quizá sea demasiado presuntuoso por mi parte ¿no? Bueno, al menos me vale para tenerlos yo todos juntitos y poder usarlos en mis "contadas".
Quizá sea demasiado presuntuoso por mi parte ¿no? Bueno, al menos me vale para tenerlos yo todos juntitos y poder usarlos en mis "contadas".
"Plop"
Plop, plop, plop, plop… plop, plop, plop, plop… El ruido se repetía incesante, monótono, inacabable… Cuatro días y sus correspondientes cuatro noches. Plop, plop, plop, plop… Eduardo no se veía capaz de aguantarlo más. Estaba terminando con sus ya maltrechos nervios, con la escasa salud que le quedaba y con la cordura que no sabía si alguna vez tuvo. Plop, plop, plop, plop…
No era el mejor momento para que una gotera le impidiese dormir, descansar, leer, pensar… No hacía ni una semana que le había dicho a Susana que se acabó, que su bonita historia de amor, como todas, tenía un final. Y que ese final había llegado. Se sintió en ese momento despreciable, pero también magnánimo, como si hubiera descubierto la verdad que haría felices a los dos y tuviese la generosidad de compartirla.
Plop, plop, plop, plop… Aunque apenas había tenído tiempo para remordimientos, ese sonido se había metido en su cabeza, lo había invadido. Plop, plop, plop, plop… Probó a salir a la calle pero el ruido -sordo, inalterable- lo acompañaba. Además algo le decía que debía estar en casa que el goteo no era ajeno a él, que debía soportarlo porque de él dependía.
Plop, plop, plop, plop… No pudo resisitirlo más. Esa misma noche subió al piso de arriba. A pedirle a Susana que, por favor, dejara ya de llorar.
Plop, plop, plop, plop… plop, plop, plop, plop… El ruido se repetía incesante, monótono, inacabable… Cuatro días y sus correspondientes cuatro noches. Plop, plop, plop, plop… Eduardo no se veía capaz de aguantarlo más. Estaba terminando con sus ya maltrechos nervios, con la escasa salud que le quedaba y con la cordura que no sabía si alguna vez tuvo. Plop, plop, plop, plop…
No era el mejor momento para que una gotera le impidiese dormir, descansar, leer, pensar… No hacía ni una semana que le había dicho a Susana que se acabó, que su bonita historia de amor, como todas, tenía un final. Y que ese final había llegado. Se sintió en ese momento despreciable, pero también magnánimo, como si hubiera descubierto la verdad que haría felices a los dos y tuviese la generosidad de compartirla.
Plop, plop, plop, plop… Aunque apenas había tenído tiempo para remordimientos, ese sonido se había metido en su cabeza, lo había invadido. Plop, plop, plop, plop… Probó a salir a la calle pero el ruido -sordo, inalterable- lo acompañaba. Además algo le decía que debía estar en casa que el goteo no era ajeno a él, que debía soportarlo porque de él dependía.
Plop, plop, plop, plop… No pudo resisitirlo más. Esa misma noche subió al piso de arriba. A pedirle a Susana que, por favor, dejara ya de llorar.
“Colores” (para Suau)
Tenían un trato: por cada día que Anna le despertara con un beso, Jaume le escribiría un poema de un color diferente. Un poema azul, otro roja, otro púrpura… Todo iba preciosamente bien pero, poco a poco, se iban terminando los colores. Jaume temió quedarse sin tan dulce y original despertador, pero no. Anna, como siempre, tenía la solución.
Ahora, los poemas, son de sabores…
Tenían un trato: por cada día que Anna le despertara con un beso, Jaume le escribiría un poema de un color diferente. Un poema azul, otro roja, otro púrpura… Todo iba preciosamente bien pero, poco a poco, se iban terminando los colores. Jaume temió quedarse sin tan dulce y original despertador, pero no. Anna, como siempre, tenía la solución.
Ahora, los poemas, son de sabores…
"Noche"
Se fue la tarde. Y se hizo tan de noche, tan de noche, tan de noche... que hubo que encender todas las estrellas.
Se fue la tarde. Y se hizo tan de noche, tan de noche, tan de noche... que hubo que encender todas las estrellas.
"A primera vista"
Nunca había creído en los amores a primera vista. Nunca. Así que cerró los ojos un instante, y cuando los abrió de nuevo y pudo ver esa mirada por segunda vez, se enamoró perdidamente.
Nunca había creído en los amores a primera vista. Nunca. Así que cerró los ojos un instante, y cuando los abrió de nuevo y pudo ver esa mirada por segunda vez, se enamoró perdidamente.
"Miau2" (para catci)
Era esa especie de mirada felina lo que le atraía de él. Esa lentitud medida. Y el misterio que rodeaba sus decisiones. Ella también había optado por el secreto, apenas le hacía caso cuando se cruzaban y solo lo observaba cuando él no podía verla. La despreocupación mutua les hacía más deseables, el fingido desconocimiento recíproco, más excitante la posibilidad de conocerse.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que, una mañana de sol pálido, él se acercó por detrás, sin hacer ruido, y muy bajito le susurró:
- Miau.
Y ella lamentó no poder besarle en ese momento. En todos los momentos. Porque los gatos no pueden besarse…
Era esa especie de mirada felina lo que le atraía de él. Esa lentitud medida. Y el misterio que rodeaba sus decisiones. Ella también había optado por el secreto, apenas le hacía caso cuando se cruzaban y solo lo observaba cuando él no podía verla. La despreocupación mutua les hacía más deseables, el fingido desconocimiento recíproco, más excitante la posibilidad de conocerse.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que, una mañana de sol pálido, él se acercó por detrás, sin hacer ruido, y muy bajito le susurró:
- Miau.
Y ella lamentó no poder besarle en ese momento. En todos los momentos. Porque los gatos no pueden besarse…
¿?
¿Cuántos momentos como aquel le pondría la vida por delante? ¿Cuántas veces podría volver a sentir aquello? ¿Lo estaba notando plenamente? ¿Cómo sabría si aquel instante era definitivo en su vida? ¿En que extraño almacén de recuerdos podría mantener viva esa sensación? ¿Cuántos adjetivos le harían falta para explicárselo, siquiera a sí mismo? ¿Acaso el placer es alguna vez demasiado? ¿Cómo podía estar preguntándose y no exclusivamente viviéndolo?
¿Cuántos momentos como aquel le pondría la vida por delante? ¿Cuántas veces podría volver a sentir aquello? ¿Lo estaba notando plenamente? ¿Cómo sabría si aquel instante era definitivo en su vida? ¿En que extraño almacén de recuerdos podría mantener viva esa sensación? ¿Cuántos adjetivos le harían falta para explicárselo, siquiera a sí mismo? ¿Acaso el placer es alguna vez demasiado? ¿Cómo podía estar preguntándose y no exclusivamente viviéndolo?
"Dragón"
El caballero, en su afán por salvar a la princesa, había caído en la trampa y se encontraba arrinconado frente al monstruo escupe-fuego. Entonces el dragón, le dio la tarjeta de su psicoanalista y le invitó a tomar el té.
El caballero, en su afán por salvar a la princesa, había caído en la trampa y se encontraba arrinconado frente al monstruo escupe-fuego. Entonces el dragón, le dio la tarjeta de su psicoanalista y le invitó a tomar el té.
"Insomnio" (para mariajo)
Hace ya más de una semana. Me pediste que te diera algo mío, algo que fuera exclusivamente para ti. Y te ofrecí una frase. Inocente de mí, te regalé la primera que me vino a la cabeza:
“Todos mis sueños comienzan en ti”
Ese mismo día te fuiste.
Y no has vuelto.
Hace ya más de una semana que no puedo conciliar el sueño.
Hace ya más de una semana. Me pediste que te diera algo mío, algo que fuera exclusivamente para ti. Y te ofrecí una frase. Inocente de mí, te regalé la primera que me vino a la cabeza:
“Todos mis sueños comienzan en ti”
Ese mismo día te fuiste.
Y no has vuelto.
Hace ya más de una semana que no puedo conciliar el sueño.
“De la importancia de la lectura”
En aquella cueva alguien se había dejado la luz encendida…
Una joven de aspecto angelical decidió curiosear. El enorme oso dueño de la morada, no tardó en llegar y aunque ella quiso explicarle que en los cuentos los osos nunca matan a nadie, fue inútil.
Aquel oso no había leído un libro en su vida y no dudó en devorarla sin contemplaciones.
En aquella cueva alguien se había dejado la luz encendida…
Una joven de aspecto angelical decidió curiosear. El enorme oso dueño de la morada, no tardó en llegar y aunque ella quiso explicarle que en los cuentos los osos nunca matan a nadie, fue inútil.
Aquel oso no había leído un libro en su vida y no dudó en devorarla sin contemplaciones.
“Suicidio”
El aspecto y la posición del cadáver no dejaba lugar a las dudas: suicidio. El cuerpo se balanceaba colgado aún de la soga sobre la banqueta caída en el suelo.
Aun no habían identificado a la mujer pero al inspector, la imagen le resultaba conocida. Vestida con una túnica, los ojos vendados y en las manos un enorme libro.
Y una balanza.
El aspecto y la posición del cadáver no dejaba lugar a las dudas: suicidio. El cuerpo se balanceaba colgado aún de la soga sobre la banqueta caída en el suelo.
Aun no habían identificado a la mujer pero al inspector, la imagen le resultaba conocida. Vestida con una túnica, los ojos vendados y en las manos un enorme libro.
Y una balanza.
"Añicos"
Recogío los pedazos de un cuento y los llevó a casa. Allí, con mucho cuidado, los pegó con versos.
Cuando lo tenía terminado, en un descuido se cayó al suelo y se hizo añicos de nuevo.
Vuelta a empezar.
Recogío los pedazos de un cuento y los llevó a casa. Allí, con mucho cuidado, los pegó con versos.
Cuando lo tenía terminado, en un descuido se cayó al suelo y se hizo añicos de nuevo.
Vuelta a empezar.
"Error"
Supe desde el principio que aquello no estaba bien. Lo tenía claro. Tu anillo de casada lo estaba gritando. Pero me dejé llevar. Soy humano.
Los aromas leves en tu cuello, la sonrisa intencionadamente ingenua en tus labios. Tus piernas inacabables y aquel susurro… Eran demasiadas tentaciones a evitar, en especial para quien no tiene ninguna intención de esquivarlas.
Nuestro amor fue urgente, pecaminoso y visceral. Nos quisimos más con el estómago que con el corazón o la cabeza.
Aquello fue un inmenso error, pero no me arrepiento. Además, cómo iba a saber que eras la esposa de Lucky Luciano…
---------------
De bon principi em vaig adonar que allò no estaba bé. Ho vaig tenir clar. El teu anell de casada ho cridava. Però em vaig deixar portar. Sóc humà.
Les lleugeres aromes en el teu coll, el somriure intencionadament ingenu dels teus llavis. Les teves cames sense fi i aquell xiuxiueig....eren masses les temptacions a evitar, sobretot per qui no te cap intenció d'evitar-les.
El nostre amor va ser urgent, pecaminós i visceral. Ens varem estimar més amb l'estòmac que no pas amb el cor o el cap.
Allò va ser un error inmens, però no em penedeixo. A més a més, com podia saber que eres la dona d´en Lucky Luciano...
(traducción al catalán: Camaca, Kitty-Wu, Ellyot y MrsBing)
Supe desde el principio que aquello no estaba bien. Lo tenía claro. Tu anillo de casada lo estaba gritando. Pero me dejé llevar. Soy humano.
Los aromas leves en tu cuello, la sonrisa intencionadamente ingenua en tus labios. Tus piernas inacabables y aquel susurro… Eran demasiadas tentaciones a evitar, en especial para quien no tiene ninguna intención de esquivarlas.
Nuestro amor fue urgente, pecaminoso y visceral. Nos quisimos más con el estómago que con el corazón o la cabeza.
Aquello fue un inmenso error, pero no me arrepiento. Además, cómo iba a saber que eras la esposa de Lucky Luciano…
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De bon principi em vaig adonar que allò no estaba bé. Ho vaig tenir clar. El teu anell de casada ho cridava. Però em vaig deixar portar. Sóc humà.
Les lleugeres aromes en el teu coll, el somriure intencionadament ingenu dels teus llavis. Les teves cames sense fi i aquell xiuxiueig....eren masses les temptacions a evitar, sobretot per qui no te cap intenció d'evitar-les.
El nostre amor va ser urgent, pecaminós i visceral. Ens varem estimar més amb l'estòmac que no pas amb el cor o el cap.
Allò va ser un error inmens, però no em penedeixo. A més a més, com podia saber que eres la dona d´en Lucky Luciano...
(traducción al catalán: Camaca, Kitty-Wu, Ellyot y MrsBing)
"Pesca"
Recogió los aparejos de pesca a toda prisa. Nervioso. Aquella captura había sido excepcional. No veía el momento de llegar al pueblo y contarlo. ¿O sería mejor no contar nada?
Quizá debiera guardar para sí el secreto. El lugar, la técnica, el cebo… No, no diría nada. Sólo él sabía como lo había conseguido y sería discreto, nadie tenía porque saberlo. El premio era indivisible, exclusivo para él.
Al subir a la camioneta se quitó los tapones de los oídos y entonces escuchó aquel delicioso canto. Esa fue su perdición, justo cuando estaba pensando qué demonios comen las sirenas…
Recogió los aparejos de pesca a toda prisa. Nervioso. Aquella captura había sido excepcional. No veía el momento de llegar al pueblo y contarlo. ¿O sería mejor no contar nada?
Quizá debiera guardar para sí el secreto. El lugar, la técnica, el cebo… No, no diría nada. Sólo él sabía como lo había conseguido y sería discreto, nadie tenía porque saberlo. El premio era indivisible, exclusivo para él.
Al subir a la camioneta se quitó los tapones de los oídos y entonces escuchó aquel delicioso canto. Esa fue su perdición, justo cuando estaba pensando qué demonios comen las sirenas…
"Clips" (para mariairibarne)
Todos, definitivamente todos, aunque lo nieguen, todos los hombres son iguales. Yo solo buscaba algún pequeño detalle: un beso furtivo, un regalo inesperado, una nota perdida en mi bolso, que me diga que hoy estoy especialmente guapa,… cualquier insignificancia que me demuestre que está vivo. Y que me haga sentir.
¿Tan difícil es de entender? Soy muy fácil de contentar, no pido mucho. Por eso terminamos aquella tarde. Yo creí que al fin se había dado cuenta. Descubrí en un descuido que había comprado una caja de clips de colores y me ilusionó tanto… Vale, soy tonta, me emocionan unos simples clips de colores, pero para mí es suficiente. Por eso terminamos aquella tarde.
Porque comenzó diciendo que había visto aquella caja de clips en un escaparate y que no pudo evitar comprarla al instante. Nuestra relación acabó cuando me pidió que envolviese los clips en papel de regalo. Que a una compañera de la oficina le iban a gustar mucho…
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(mariairibarne, en un post del foro llamado "Pequeños placeres" escribió: Mis pequeños placeres podrían resumirse en algo que me dice mi mejor amigo, y es que dice que me sorprendo hasta con los clips de colores. Vamos, que cualquier cosa pequeña e insignificante, como los clips de colores, puede llegar a sorprenderme y convertirse en un pequeño placer siempre que sea el momento adecuado. )
Todos, definitivamente todos, aunque lo nieguen, todos los hombres son iguales. Yo solo buscaba algún pequeño detalle: un beso furtivo, un regalo inesperado, una nota perdida en mi bolso, que me diga que hoy estoy especialmente guapa,… cualquier insignificancia que me demuestre que está vivo. Y que me haga sentir.
¿Tan difícil es de entender? Soy muy fácil de contentar, no pido mucho. Por eso terminamos aquella tarde. Yo creí que al fin se había dado cuenta. Descubrí en un descuido que había comprado una caja de clips de colores y me ilusionó tanto… Vale, soy tonta, me emocionan unos simples clips de colores, pero para mí es suficiente. Por eso terminamos aquella tarde.
Porque comenzó diciendo que había visto aquella caja de clips en un escaparate y que no pudo evitar comprarla al instante. Nuestra relación acabó cuando me pidió que envolviese los clips en papel de regalo. Que a una compañera de la oficina le iban a gustar mucho…
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(mariairibarne, en un post del foro llamado "Pequeños placeres" escribió: Mis pequeños placeres podrían resumirse en algo que me dice mi mejor amigo, y es que dice que me sorprendo hasta con los clips de colores. Vamos, que cualquier cosa pequeña e insignificante, como los clips de colores, puede llegar a sorprenderme y convertirse en un pequeño placer siempre que sea el momento adecuado. )
"Esperanza"
...y mientras me quede la posibilidad de perderme en tus ojos, sé que no todo está perdido...
...y mientras me quede la posibilidad de perderme en tus ojos, sé que no todo está perdido...
"Felices"
El perfil de su cuello era delicadamente perfecto. Especialmente, observado a contraluz y apoyados en la misma almohada. Pensó que poder observar esa línea sutil y tener oportunidad de besarla era motivo suficiente para cometer las más descabelladas locuras. Pero también, que cualquier cosa que hiciera por conquistar esa dulce curva sería lo más cuerdo del mundo…
Y pese a los rumores sordos, las miradas displicentes y no disimuladas, era maravilloso besarse en cualquier calle, en cualquier plaza, sin motivo aparente. Era maravilloso sentir lo que sentían. Sólo quienes amasen de verdad podrían comprenderlo. El resto no merecía la pena.
Se querían, se hacían felices, eran felices. Las dos. Lo demás, no importaba.
El perfil de su cuello era delicadamente perfecto. Especialmente, observado a contraluz y apoyados en la misma almohada. Pensó que poder observar esa línea sutil y tener oportunidad de besarla era motivo suficiente para cometer las más descabelladas locuras. Pero también, que cualquier cosa que hiciera por conquistar esa dulce curva sería lo más cuerdo del mundo…
Y pese a los rumores sordos, las miradas displicentes y no disimuladas, era maravilloso besarse en cualquier calle, en cualquier plaza, sin motivo aparente. Era maravilloso sentir lo que sentían. Sólo quienes amasen de verdad podrían comprenderlo. El resto no merecía la pena.
Se querían, se hacían felices, eran felices. Las dos. Lo demás, no importaba.
“Sangre”
Tenía la ropa manchada de sangre. La misma sangre que chorreaba en el cuchillo que brillaba en su mano.
La primera persona que se había acercado se llevó lo que andaba buscando…
Ahora vendrían más, estaba seguro. Y a él no le iba a temblar el pulso, al fin y al cabo todo consistía en utilizar bien el cuchillo y quienes se acercaran, iban a comprobarlo.
Por algo, aquella era la mejor carnicería de la ciudad…
Tenía la ropa manchada de sangre. La misma sangre que chorreaba en el cuchillo que brillaba en su mano.
La primera persona que se había acercado se llevó lo que andaba buscando…
Ahora vendrían más, estaba seguro. Y a él no le iba a temblar el pulso, al fin y al cabo todo consistía en utilizar bien el cuchillo y quienes se acercaran, iban a comprobarlo.
Por algo, aquella era la mejor carnicería de la ciudad…
“Besos”
El mayor error de mi vida fue no besarte la primera vez que nos vimos.
Desde entonces intento reparar aquel fallo.
Y lo hago, besándote cada vez como si fuese la primera.
Y la última.
El mayor error de mi vida fue no besarte la primera vez que nos vimos.
Desde entonces intento reparar aquel fallo.
Y lo hago, besándote cada vez como si fuese la primera.
Y la última.
“Majestad”
Su majestad, la reina Guinarda, recibía encendidas cartas de amor en palacio. Hizo buscar al autor, que resultó ser un joven plebeyo apuesto e inteligente.
La reina era soltera pero no podía consentir que un campesino le declarase su amor sin que recibiera el correspondiente castigo.
Fue ella misma, quien se encargó del escarmiento. Encerró al joven aislado en una alta torre, de la que solo su majestad tenía llave. Allí acudía la reina cada noche para visitar al reo y “ajustar cuentas” …
Su majestad, la reina Guinarda, recibía encendidas cartas de amor en palacio. Hizo buscar al autor, que resultó ser un joven plebeyo apuesto e inteligente.
La reina era soltera pero no podía consentir que un campesino le declarase su amor sin que recibiera el correspondiente castigo.
Fue ella misma, quien se encargó del escarmiento. Encerró al joven aislado en una alta torre, de la que solo su majestad tenía llave. Allí acudía la reina cada noche para visitar al reo y “ajustar cuentas” …
Trilogía de la magia (I) – “El mago”
Aquel hombre es un verdadero mago. No saca conejos de una chistera ni adivina una carta elegida, aparentemente, al azar. Tampoco viste un elegante frac negro o una chaqueta de lentejuelas.
Es un verdadero mago, aunque vista zapatones enormes, ropa de mil colores y una nariz redonda y roja. Su magia es más difícil que la de los conejos y las cartas, porque en estos tiempos que corren en los que no hay muchos motivos para reír, él hace florecer sonrisas en las caras de niños y no tan niños.
Aquel hombre es un verdadero mago. No saca conejos de una chistera ni adivina una carta elegida, aparentemente, al azar. Tampoco viste un elegante frac negro o una chaqueta de lentejuelas.
Es un verdadero mago, aunque vista zapatones enormes, ropa de mil colores y una nariz redonda y roja. Su magia es más difícil que la de los conejos y las cartas, porque en estos tiempos que corren en los que no hay muchos motivos para reír, él hace florecer sonrisas en las caras de niños y no tan niños.
Trilogía de la magia (II) – “Un lugar mágico”
Año 2073: Aún resiste en la ciudad uno de los lugares mágicos. Allí entran niños grises sin imaginación, ebrios de televisión y vacíos de ideas.
Del lugar mágico salen niños inudados de colores y rebosantes de vida y de sonrisas. De allí salen niños que cuentan historias, que cuentan su historia, que cuentan.
Aún resiste uno de los lugares mágicos, aún resiste una biblioteca.
Año 2073: Aún resiste en la ciudad uno de los lugares mágicos. Allí entran niños grises sin imaginación, ebrios de televisión y vacíos de ideas.
Del lugar mágico salen niños inudados de colores y rebosantes de vida y de sonrisas. De allí salen niños que cuentan historias, que cuentan su historia, que cuentan.
Aún resiste uno de los lugares mágicos, aún resiste una biblioteca.
Trilogía de la magia (III) – “Hemisferios”
Aquel amanecer los hemisferios cambiaron su posición. Los habitantes del sur recibieron agua, comida, grandes edificios, coches, libertad... Los habitantes del norte cayeron en el hambre y el miedo.
Aquello no fue magia, fue justicia.
Aquel amanecer los hemisferios cambiaron su posición. Los habitantes del sur recibieron agua, comida, grandes edificios, coches, libertad... Los habitantes del norte cayeron en el hambre y el miedo.
Aquello no fue magia, fue justicia.