De la contraportada:
"En el verano de 1978, cuando las fronteras sociales y morales parecen en España más porosas que nunca, un adolescente llamado Ignacio Cañas conoce por casualidad al Zarco y a Tere, dos delincuentes de su edad. Treinta años más tarde, un escritor recibe el encargo de preparar un libro sobre el Zarco, convertido en un mito de la delincuencia juvenil de la transición. Pero lo que descubre en la investigación no es la verdad que buscaba sobre el Zarco , sinó una verdad imprevista y universal, que nos atañe a todos."
Conozco el Liang Shan Po y todos los escenarios de la ciudad; de hecho, los he recorrido con frecuencia mientras estaba leyendo este libro. Me parece muy interesante la reflexión que provoca sobre donde estan los límites de la libertad y sobre si existe una posibilidad real de elección para moverse fuera del territorio predestinado.

Enviado por correo a Olepinto, que se apuntó al BRay del libro.

¡Recibido!

Muchas gracias por ponerlo en circulación, Daisy85.

Interesante novela. La parte de la "Gerona histórica" no es la bonita, la de los barrios buenos, sino la de la época del 78, el barrio chino, que era estupendo para la policía porque al estar allí toda la delincuencia, era fácil tenerla controlada.
Ese es el barrio de la basca del Zarco y al que acaba yendo Cañas, alias Gafitas, a pesar de no ser el suyo. Así, casi, empieza la historia.
La estructura del libro se plantea desde la voz de un escritor, recogiendo información para escribir un libro sobre el Zarco. En principio dicha información la aportaría Cañas, aunque al final entrevista a otros personajes relevantes.
De este modo vamos conociendo la historia poco a poco, desde varios ángulos, y dándonos la información en orden cronológico, a medida que los propios protagonistas la fueron conociendo.
La historia, en realidad, está dividida en dos bloques bien separados. Por una parte, desde que Cañas acude al Chino y hasta que el Zarco es detenido. Y por otra, bastantes años después, cuando Cañas, ya a cargo de un reputado bufete de abogados, decide defenderle y promover su salida de la cárcel.
Llego a preguntarme si tal personaje existió. Al final parece ser que no, pero el Vaquilla sirvió de inspiración.
Madrid no tuvo barrio chino (al menos con ese nombre), pero sí compartió el clima de violencia juvenil, drogas, etc. Y no hacía falta mucho para vislumbrarlo, aunque fuera en sus versiones más leves (¿tienes 20 duros?).
Como en Gerona, los barrios a los que era mejor no acercarse mucho han cambiado. Quizá no tanto, eso sí.
Sin saberlo al empezar la lectura, resulta que está próximo el estreno de la película que ha rodado Daniel Monzón, con el mismo título que el libro.
Otra curiosidad, esta vez de la película, es que aguantó en salas unas pocas semanas, pasando directamente a Netflix.
Y unos pocos meses después, se lleva 5 Goyas (de 6 candidaturas). Y claro, vuelve a los cines :-)

Leído. Bien, pero ya.

Pasado en mano por olepinto en una visita fugaz y sorpresa a Mérida.
Gracias a ambos. Como no hay nadie esperando pasa a la pila de pendientes esperando su momento