Cubierta: "Formaban una familia como cualquier otra, y vivían en los suburbios de una ciudad, en una casa con jardín situada entre grises bloques de pisos. Pero de pronto muere el padre. Luego la madre contrae una grave enfermedad que le impide levantarse de la cama. Ahora los cuatro hijos -Julie, Jack, Sue y Tom- están prácticamente solos. Sin nadie que los controle, pueden hacer lo que quieran. Pueden ser lo que quieran. Sin embargo, también deben resolver las insólitas situaciones que se les presentan, y poco a poco van organizándose a su peculiar manera, ajenos a las normas que rigen la sociedad que los rodea. ¿Cómo afrontarán el despertar del sexo, los problemas escolares, la convivencia, la muerte y, ante todo, la justicia o la injusticia de cuanto les sucede? Narrada por Jack, el hijo de quince años, ésta es la turbadora e inolvidable historia no sólo de una pequeña comunidad adolescente, sino también de una casa que esconde un secreto que ninguno de sus jóvenes moradores puede revelar".

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Fue un regalo de Luiszama por acertar una de las preguntas en su juego de cumpleaños de 2019, solo que aún no lo había registrado.

No me siento demasiado inspirada para escribir sobre él, quizás porque me ha parecido tan bueno y me ha dejado tan alucinada, que no me salen las palabras. Por un lado está escrito fenomenalmente bien, por otro no se corta un pelo con los temas a tratar. Los personajes principales (los cuatro hermanos y Derek) tienen personalidades distintas, son perfectamente imaginables, con sus virtudes (no muchas, la verdad) y sus taras. La tensión, gracias a todos los conflictos entre ellos, va en aumento a medida que se avanza en la lectura y sabes que tiene que estallar en cualquier momento.

Lo he disfrutado mucho, aunque los momentos de sufrimiento y asco han sido tan frecuentes como los de admiración por la forma de escribir del autor.