Siento decir que no es mi libro. Para empezar, fue una de las lecturas obligatorias de un curso de un mes y no nos dijeron que teníamos que leerlo hasta que empezamos, así que fui con la lengua de fuera todo el tiempo. Mal. Luego me di cuenta de que fue escogida claramente porque el profesor del curso tiene vinculación con la editorial. Mal. Tercer punto: es muy austeriana, pero Cohen no es Auster. Mal. Y mal porque las comparaciones son odiosas y, en este caso, completamente subjetivas, pero algo que admiro de Auster es cómo logra que me interesen cosas nada interesantes. Aquí es al revés, Cohen no logra que me interesen cosas apasionantes. Quizás es que en la contraportada el libro se vende de una manera completamente diferente a lo que ofrece en el interior y, sumado a los puntos comentados anteriormente, el fracaso estaba asegurado.

Vi que en Goodreads tiene buenas puntuaciones y quería buscarle un buen destino, no liberarlo en la jungla. Y Olepinto se lo ha pedido, así que creo que no puede ir a mejores manos.

Se lo pasé a Olepinto es tarde.

Libero porque soy becera. ¡Buen viaje!

Me resultó curioso el tema al ver un comentario, pedí, y se me dio. Veremos qué tal.

Pffff... mira que me quedaba poco, pero no lo he llegado a terminar.
Hasta donde llego a recordar, el libro tiene una serie de capas, hacia dentro, y luego de vuelta hacia fuera.
La más interna y más larga tiene como protagonistas a dos compañeros del ejército, y buena parte está dedicada a sus neuras particulares, o a sus historias relacionadas con el judaísmo, si hablan hebreo, inglés o árabe...
Y no es que la narrativa sea mala, seguro que he leído cosas peores. Pero es muy personal (más que de acción), y no ha conseguido que los personajes me interesen. Falta empatía, no les entiendo.
Esta es la razón por la que lo dejo a falta de menos de 10 páginas. Es leer pa ná.
Las capas exteriores hablan del tío de uno de ellos, el Rey de la mudanza, aunque tampoco sale demasiado (bueno, al principio). Pero no para hablar de mudanzas, más bien sobre su visita a Israel (están muy locos allí, por lo menos en la parte histórica).

Y yo, no sé, esperaba (¿por qué?) una especie de ensayo, sobre unos tipos que desalojaban pisos y contaban historias sobre lo que veían.

Sobre el piano de la recepción del hotel.