Este libro es la recopilación de textos de los talleristas de Café de Letras y del cual formo parte. Dirigido por Silvia Attwood. La intención es que circule lo más posible por el circuito becero. No es necesario que vuelva a mi. gracias por comentar su lectura. Y como dice parte del prólogo, leelo con cuidado, contiene sueños

Gracias a la generosidad de Flor viajará en su mochila hasta el fin del mundo.

Lo recibí hoy, vino en la mochila de Flor hasta Ushuaia de parte de Marian y es un libro especial.
Lo leeré con cuidado y seguirá viaje.
Muchas gracias!

No hace mucho leí "me importa más escribir que ser escritora" y tal vez, en el fondo todos los lectores de algún modo algo tenemos de escritores.
Unos escriben poesía, otros cuentos, un guión o simplemente un diario.
Y muchos también en algún momento acudimos a un taller literario buscando ordenar todo ese torbellino de palabras que nos invade constantemente.
No leí todos los cuentos de este libro, algunos los comencé y simplemente pasé a otro.
Mariana escribió tres: Marcar el ritmo, La buscadora de esencias y La ventana.
En ese orden, el primero es excelente.
Muchas gracias por compartirlo con el grupo.

Lo llevo a Buenos Aires para compartirlo con el grupo a pedido de Mariana.

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Me sorprendió que un libro me despertara tantos sentimientos distintos por ejemplo "Lote 191" da miedo, no es para leerlo antes de dormir."Carta de amor a mi ancestra"emociona.
Impotencia y dolor me transmitió "Voces y rostros", tambien "Trans 1940"
"La ventana" y" Bonita"son cortitos pero dicen un montón.( O hacen sentir un montón)
Y hay irónicos, románticos y hasta algunos graciosos.

esos y ahora me pagas así me hicieron reir

Lo cacé en el encuentro de febrero 2020 en La Ópera.

Cuarenta mujeres y hombres con diferentes temáticas, miradas e intereses. Esa combinación ya sean cuentos o poemas lo hace atractivo. Sin embargo, hay tres coincidiendo en una misma imagen, personas encerradas en cajas de cristal: "Lote 191" de Fernando Medeot en pág. 88 y 89, "El cubo de vidrio" de Rafael Heras en pág. 100 y "Casi ciego" de Leandro Filloy en pág. 113 y 114.
De Claudia Casas me gustaron sus tres cuentos, uno por su temática, los otros por sus ideas, desarrollo y conclusión.
Ahora quiero destacar según mi opinión los más destacados: "La buscadora de esencias" de Mariana Romano Baroni; por su tristeza "Cielo rojo" de Diana Nuñez; "Cuando todo lo hice por vos y ahora me pagás así" de Pedro Gaetán; "Cartas de amor a mi ancestra" de Laura Bustos Sosa; "Se fue" de Valentina Bendezu; "La máquina" de Fernando Tricks; me causó mucha gracia por lo inesperado del estilo delirante en una poesía "Salmo 21" de Cecilia Barraza y decididamente me reí con "Los perdidos" de Luis Fosch Capdevila.
Del último autor mencionado me sorprendió "Cuarentena", escrito dos años antes de la verdadera cuarentena mundial.