Cómo perderme el último libro de una de mis escritoras preferidas (la otra es la Mazzucco no lo sabían).

La historia es mas o menos así hay varios personajes que viven en diferentes lugares del planeta y tienen "kentukis" como nexo, estos "tamagotchi" tecnológicos son compañeros o acosadores obsesivos según quién los maneja porque son controlados remotamente por algún humano desconocido.

Lo llevo a Bs As para la reunión en el Bar Rayuela.

Y se armó anillo:
1 - Daniel / Aka
2 - Jesi
3 - Normi
4 - ...........

Libro de colección permanente.
Buen viaje y felices lecturas hasta que regrese!

Cazado durante el Encuentro de mayo 2019 en el barrio Rawson de Agronomia.
Gracias por traerlo desde tan lejos orange-cubik..

El martes 14 lo empecé. El primer capítulo no me gustó. Interpreté que el argumento se orientaba en una dirección que me provocó indiferencia, escaso interés. Esa pronta sensación se corrigió a poco de seguir avanzando. Ahora llegado ya a la página 70, es inquietante. No la existencia misma de esos bichos-juguetes sugerida por la autora, sino la levedad del ser humano en su capacidad para evaluar la lógica de esa intromisión en su vida, la ausencia de observación crítica de lo ofrecido en el sistema comercial y la imperiosa necesidad de entretenimiento a costa de cualquier costo ético ¿Seguirá hacia ese marco hipotético o el destino será otro? En eso estoy.

Terminé "Kentukis" y este comentario debieras salteártelo si todavía no lo leíste. La visión de la escritora según mi opinión, apunta a graficar el efecto pernicioso en las relaciones humanas de los artefactos electrónicos de comunicación llevado al extremo en esos animalitos como alegoría, derivando la novela al género de ciencia ficción posible en un futuro cercano. Por un lado tiene dinámica el argumento por ir de un continente a otro, ciudades y pequeños pueblos de países distantes. Por otro le empieza a faltar sorpresa y crecimiento al punto de llegado a eso de la página 120-130 de resultarme un poco repetitiva y tener la sensación de inmiscuirme, como sucede a los "amos", en vidas ajenas sin ningún interés y de perder un poco el tiempo continuando con su lectura, la idea ya estaba transmitida y no íbamos hacia ningún destino nuevo de mayores aspiraciones. Luego un poco se revierte esa tendencia amesetada. Schweblin pareció quedarse sin ideas. Una curiosidad sin el vuelo propicio para ser una obra mayor. Sigue viaje pronto.
Me encantará leer las siguientes opiniones.

Con destino de una becera activa. Esperemos se nos dé.

Me lo entregó Dani la semana pasada. Ya lo arranqué a leer. Me está gustando.

Los kentukis son una especie de mascotas tecnológicas muy modernas con un detalle que las hace únicas, detrás de ellas se encuentran personas, ciudadanos corrientes. Son completamente anonimos, uno no puede elegir quién va a estar del otro lado, por lo que detras de ese muñeco felpudo que compraste felizmente hay alguien desconocido observando tus moviemientos y volviendose parte de tu vida.
Samanta nos muestra, de forma extrema tal vez, la relación de las personas con la tecnología, con la idea de querer ser observados, por el lado de los amos, y el querer observar, por parte de los seres kentukis.
Hasta qué punto esto está bien? Cuál es el límite al dejar entrar a una persona cualquiera a tu vida? Cuán lejos se puede llegar?
Una novela con una idea original y bien pensada. Me gustó el hecho de que sea algo mundial y transportarnos a diferentes lugares del globo mediante las descripciones de cada uno. Una Samanta diferente a la que he leído.

Ahora a esperar coincidir con Normi para que pueda leerlo ella y completar el anillo.