"Un asesino profesional comete un desliz prácticamente insignificante al ejecutar su último encargo. Se trata de un fallo menor, pero para él será el principio de un cúmulo de dudas que lo hará cuestionarse si sigue valiendo para el oficio, lo llenará de incertidumbres y lo obligará a recordar las razones por las que se convirtió en un criminal. En su huida, recala en Böölunjgen, una ciudad que no conoce, en un planeta que no había visitado antes, donde el azar provocará un encuentro con una mujer enigmática, que podría ser víctima o verdugo.

Con una ambientación que remite a las películas clásicas en blanco y negro, la narración nos lleva por momentos delirantes, cargados de emoción, violencia y humor negro, transitados por personajes cuyo pasado condiciona su presente y su futuro, con un trasfondo donde palpita la vida en cada página. Las ratas de Böölunjgen es una novela negra con pinceladas de ciencia ficción, en un mundo distópico en el que los sentimientos (el rencor, los recuerdos, la pasión y el amor) siguen siendo las armas más poderosas."

Lo compré en la librería La botica del lector por un impulso: me gusta la ciencia ficción y ésta parecía prometer algo diferente. No había leído nada de este autor, así que comencé el libro con muchas ganas de deleitarme con él. Para mi gusto, la promesa que realiza la sinopsis es totalmente falsa. El asesino meticuloso y exacto debuta con un crimen pasional del montón (tiran más dos tetas que dos carretas) y no comente un desliz prácticamente insignificante, sino que deja un testigo con vida. ¿A quién se le ocurre? Tal vez podrá encontrarse con una mujer enigmática, pero sucumbe realmente a la costumbre y la comodidad hasta que éstas se convierten en amor del montón, así que tienen más interés las idas de olla del protagonista con la verdadera identidad de la mujer con la verdadera resolución del asunto. Entre una cosa y otra, a pesar de los viajes espaciales, los efectos secundarios de las mismas, la descripción de los planetas dedicados a la mera explotación de recursos y fuerza de trabajo y otros detalles que pudieran ser interesantes (qué leches, estamos hablando de un asesino profesional), la novela me ha parecido bastante anodina.

Espero que quien la encuentre la disfrute mucho más que yo.

El sábado 27 a las 12:30 hay Pieza del Mes en el Museo Arqueológico de Sevilla: dejaré este libro en una de las sillas de madera labrada que hay a la entrada del museo.