Cubierta: "La relación entre cristianos y musulmanes que durante siglos convivieron en Al-Andalus con sus religiones y diferentes costumbres. La tierra del Sol y la Luna se desarrolla en el siglo XVI, en la hermosa Vega de Granada, cuando la paz fue imposible. Una bella historia de amor, amistad y fidelidad entre dos jóvenes, María y Hernando, que representan dos razas y dos culturas.

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OJO: SPOILERS

Me ha aburrido bastante, quizás porque me esperaba algo más emocionante. El estilo es prácticamente el de un informe, presenta muchos personajes pero no se queda con ninguno, incluso repite nombres, los pone similares o que empiecen por la misma letra (Hernando, Fernando, Francisco), lo que dificulta la identificación, no solo del personaje en sí, sino también el identificarte con él.

Me llamó la atención (en relación a la narración plana) el inicio del capítulo 6. El prisionero: "Transcurría el verano en paz". Miguel acababa de matar a un cristiano y estaba escondido para huir de la justicia, su familia debería estar destrozada, la familia amiga también, pero el verano transcurre en paz, no muestran preocupación, ni pena, ni odio, no hay represalias (sí, más adelante cuando estalla la guerra, pero no en ese momento en que todo sigue igual). Aunque hay excepciones, es la tónica general de buena parte del libro.

Como positivo, la manera de incluir los datos históricos no es forzada. La parte más emocionante es el último capítulo, Cartas desde Argel, donde Hernando pone todo su corazón para escribir.

Un libro de la Porra de la porra 2017.

Libero porque soy becera. ¡Buen viaje!