En el momento en que el Imperio Romano está a punto de proclamar el cristianismo como religión oficial, la emperatriz Helena -madre de Constantino el Grande- emprende un viaje a Palestina en busca de la Vera Cruz. El autor nos describe la vida de Helena detalladamente, centrándose sobre todo en el carácter y la psicología de un personaje femenino fuerte y de firmes convicciones al que le tocó vivir uno de los grandes momentos de crisis de nuestra civilización, cuando el cristianismo fue reconocido como religión de un Imperio romano devastado por la insensatez, la corrupción y las intrigas. Waugh es un autor sobradamente conocido en España, y casi toda su obra ha sido traducida. Helena ha sido destacada por la crítica en muchas ocasiones como una de las mejores novelas históricas de todos los tiempos.

La verdad es que me lo he leído en un par de sentadas. Me ha enganchado desde el primer momento. Muy bien escrito. No puede hacer otra cosa que recomendar la lectura de este libro.

i Has encontrado este libro estás de suerte, es un libro muy especial y espero que lo disfrutes. Puedes avisar aquí de que lo tienes incluso sin registrarte, es decir, de forma anónima.
Por favor, cuando lo acabes, dinos que te ha parecido y déjalo "libre" en algún lugar o regálalo a alguien, para que otros puedan disfrutar de su lectura.

Liberado en el CEEI de Villafría
¡Buena lectura!

Devuelto por la persona que lo recogió en el mismo sitio. La persona que se lo llevó estaba interesada en documentarse sobre el bookcrossing como argumento de una novela.

Lo reservo para el #Encuentro Extremo.

Interesante y de agradable lectura.
La decadencia de Roma está muy bien plasmada.

Si has encontrado este libro léelo y después pásalo a alguien, o déjalo en algún lugar donde pueda ser encontrado, para que pueda seguir viajando. Además puedes dejar aquí constancia de que ha pasado por tus manos (si quieres puedes hacerlo de forma anónima, sin registrarte) y contar dónde lo encontraste y qué te ha parecido, y una vez lo liberes podrás seguirle la pista. ¡Gracias y feliz lectura!

Pues a mi el libro no me ha gustado mucho, no sé si será por las circunstancias, leído en confinamiento del COVID19, pero me ha parecido muy simple en el relato.

El autor es conocido por sus novelas de crítica social y, sobre todo, por la inolvidable «Retorno a Brydeshead», hace esta vez una incursión en el campo de la novela histórica con la recreación de la vida y milagros de Santa Helena, madre del Emperador Constantino, y su arqueológica hazaña, cuando contaba más de 80 años, de dirigir las excavaciones que culminaron con la recuperación de la auténtica cruz donde murió Jesucristo.

Helena, repudiada prematuramente por su esposo Constancio Cloro, tuvo una vida sencilla, lejos de las intrigas cortesanas. Se hizo bautizar y, ya anciana, viajó a Jerusalén donde, avisada en sueños por el judío errante, localizó el lugar exacto en que se encontraba la Vera Cruz. De esta forma inundó la cristiandad con fragmentos de tan importantes reliquias.

Realmente no se trata de una novela histórica propiamente dicha, ya que los episodios que narra carecen de una base documental seria. Más bien es una recreación de la leyenda que pretende ahondar en la psicología de la protagonista, su fe, sus convicciones y sentimientos, pero tampoco llega, sólo en un momento en toda la novela.

Lo más interesante de la obra, desde mi punto de vista, es su ambientación en la decadente Roma, a principios del s. IV, donde un Constantino enloquecido «la murria del Emperador» y contradictorio se obsesiona con todo tipo de controversias teológicas mientras manda asesinar a cualquiera que ose interferir en los asuntos políticos, incluidos sus familiares más próximos (en poco tiempo acabó con su suegro Liciniano, su segunda esposa Fausta y su primogénito Crispo).
No encuentro tampoco el desarrollo psicológico de los personajes que es a lo que pretende llegar la novela.

En fin que será que lo he ledio en mal momento

Preparado para el meet de agosto, quizá a Qaalat, que le interesa la novela histórica le interese, si no en busca de victima lectora, que viaje y le encuentren