"El mítico Oriente, de la mano de una de las escritoras más importantes del siglo XX, se descubre a través de la esencia de los cuentos legendarios de lugares como Grecia, Asia y los Balcanes. Un viejo pintor que desaparece en el mar que acaba de dibujar; un héroe griego que seduce a las mujeres y a las olas; el destino de quien ve a las Nereidas; el oscuro poder de la sombra, de la diosa Kali, que se entrega a cualquier hombre y nunca sonríe; o el amor loco de una mujer por el asesino de su marido. Pasiones, secretos y sabiduría se suceden creando un clima donde no hay culpables ni víctimas, tan sólo la vida y su inmenso misterio."

Compre este libro en la Feria del Libro de Sevilla de este año, aprovechando el 10% de descuento, porque aunque Opus nigrum no me fascinó particularmente, adoré Memorias de Adriano y por tanto quiero recuperar las sensaciones que me produjo esa lectura en otras obras de la autora. De hecho, junto con Cuentos orientales, que registro para liberar, compré Fuegos, que sí voy a conservar conmigo a pesar de que la prosa es mucho más barroca y las historias me resultan más inaprensibles que las contenidas en este tomo y que son las siguientes:

-Cómo se salvó Wang-Fo.
-La sonrisa de Marko.
-La leche de la muerte.
-El ultimo amor del príncipe Genghi.
-El hombre que amó a las Nereidas.
-Nuestra Señora de las Golondrinas.
-La viuda Afrodisia.
-Kali decapitada.
-La muerte de Marko Kralievitch.
-La tristeza de Cornelius Berg.

Son cuentos muy crudos y muy crueles, muy bien escritos, pero no me han entusiasmado lo suficiente como para querer conservar el ejemplar. Se lo paso por tanto a mi suegra para que le eche un vistazo y, después, seguirá camino.

Loclien, un becero madrileño, está de visita en la ciudad y quedaremos para tomar algo y hacer turismo: no sé si será hoy día 15 o mañana 16, pero el caso es que esa tarde dejaré este libro en la Plaza de la Encarnación o bien bajo las setas.