En un trueque de libros organizado por Trilce

De los del autor es, de momento, el que menos me ha gustado. Como en otros libros de este tipo, la idea es presentar ciertos temas o situaciones y contar cómo las vivía, en este caso, M. Proust, o qué opinaba al respecto.
Lo cual, visto de otro modo, se puede tomar como una presentación del escritor construida conociendo su postura desde diversos ángulos. Y este señor, del que no sabía nada, resulta ser un personaje. Siempre enfermo y quejoso, poco apto para nada, aunque observador, meticuloso y perseverante hasta el extremo. De esas tres cualidades parece que nacieron sus obras.
La idea que resume el último capítulo bien podría servir como clave para todo el libro: no se trata de ver el mundo de Proust con nuestros ojos, sino de ver el nuestro tal y cómo lo vería el.

Aprovechando que me lo acabo de terminar y que entro, ahí se queda. A ver si llevo algo más, que está la estantería de triste...