"Gianni Rodari nació en Omegna, Piamonte. Maestro, periodista y divulgador de la nueva pedagogía en Italia, empezó a escribir para niños en 1950. Publicó más de veinte libros en los que combina magistralemente el humor y la imaginación con una visión irónica del mundo actual. En 1970 recibió, por el conjunto de su obra, el premio más importante que se concede a la literatura infantil, el Hans Christian Andersen. Murió en 1980.

El libro contiene veinte cuentos escritos para un programa de radio y para una revista infantil. Esta obra, por su originalidad, creó escuela y los cuentos abiertos a tres finales han despertado la creatividad literaria tanto de profesores como de alumnos de todo el mundo. A lo largo de los cuentos, Rodari vierte su fina ironía y su incitación constante a los valores de honradez, generosidad, imaginación y cordialidad."

Esta obra me la prestó hace siglos un amigo, que la idolatraba cuando era pequeño (su historia favorita era la de los fantasmas bortianos), y ha vuelto a caer en mis manos de una forma curiosa: la biblioteca del Centro Vecinal del Pumarejo se surte de donaciones y estando yo allí llegó un hombre que había pedido permiso a su hija (ya mayor) para deshacerse de todos sus libros infantiles. Entre la ingente cantidad de libros que trajo se encontraba este ejemplar y, como la biblioteca ya disponía de este título y yo pensaba que alguien del foro andaba buscándolo, me lo llevé. Sin embargo, la persona que buscaba obras de Rodari ya se había hecho con ellas, así que este ejemplar, que en su día perteneció a una niña y luego fue donado a una causa desinteresada, quedó en mis manos y sin destino.

Ya que lo tenía en casa, anoche lo leí en un rato. Es cierto que muchos de los cuentos tienen su moraleja; que otros muchos rebosan malignidad (pero sana, si es que eso es posible) por la forma en que se castiga a los malvados; que hay finales sorprendentemente lúcidos para tratarse de cuentos infantiles... En conclusión, que siempre hay algún factor sorprendente y deleitoso en cada una de las historias aunque no todas me hayan gustado.

En cuanto a la narrativa, comprendo que fueran cuentos destinados a la radio y además dirigidos a un público infantil, pero eso no quita que las historias me hayan parecido demasiado concisas, muy poco adornadas y con una absoluta carencia de detalles: todo se narra con una economía del lenguaje que hizo que me supieran a poco. Imagino que ya perdí la costumbre de leer literatura infantil y por tanto a veces eché de menos algún perifollo lingüístico...

En conclusión, una lectura agradable, ligera, amena, que deja buen sabor de boca porque tiene sus finales tiernos, sus finales malvados, ¡finales para todos los gustos! Y dado que lo saqué de la biblioteca del Pumarejo, lo liberaré allí de nuevo.

WILD RELEASE NOTES:

La biblioteca del Pumarejo abre todas las tardes un par de horas, creo que de siete a nueve, y como el jueves día 19 a las ocho de la tarde se ha convocado una reunión de las personas que la gestionan a la que me han invitado a asistir, aprovecharé que paso por allí para dejar este ejemplar en la estantería de BookCrossing, una estantería amarilla muy estrechita que está junto a la sección infantil, frente a la puerta de entrada en la planta baja.