¿Es posible vivr en dos mundos diferentes y cambiar de uno a otro siempre que lo deseemos? ¿Es posible una realidad que se ordene de acuerdo con la primera letra de cada palbra? ¿Qué pasaría si en ese orden alfabético se empezaran a perder las letras? En esta novela, Juan José Millás recrea con ingenio la existencia de un mundo ficticio que, en el fondo, puede que no resulte tan extraño.

Lo dejo en manos de Carboanion, ella se hará cargo de su liberación próximamente.

Cuando Celia me pasó tantos libros, no pude resistirme a secuestrar unos cuantos: no recuerdo haber leído nada de Juan José Millás, y éste era un ejemplar delgadito, con la letra grande, idóneo para los ratos muertos del autobús y para iniciarme en la lectura de este autor sin que se me hiciera cuesta arriba... Sin embargo, su corta extensión no quita que sea un libro muy inquietante.

El protagonista de la obra, en su adolescencia, tiene unos accesos de fiebre que lo llevan a un mundo paralelo en que los libros han echado a volar y, poco a poco, se pierden las palabras, las letras y se termina perdiendo la humanidad. Yo, que tengo cefalea vasomotora y en algunos ataques de la misma sufro de una especie de afasia, sé lo angustioso que es no poder expresarse, así que estas páginas en las que se acaba eludiendo todo lo que no se puede nombrar me resultaron casi claustrofóbicas, sumamente incómodas. La segunda parte, en la que el protagonista tiene que lidiar con las consecuencias de aquellas visiones, me gustó menos.

Ya leído, sigue viaje.

El domingo 15 nos vemos en el Parque de María Luisa, a partir de las doce de la mañana, para soltar unos cuantos libros.