Copio de la contraportada:

"Mi querido hijo:

Hemos heredado una fortuna enorme, colosal, increíble. No me creas atacado de enajenación mental y lee los dos o tres documentos impresos que te envío adjuntos. En ellos verás claramente que soy el heredero de un titulo de baronet inglés, o mejor dicho indio, y de un caudal que pasa de quinientos millones de francos, actualmente depositados en el Banco de Inglaterra.

No dudo, mi querido Octave, de los sentimientos con que recibirás esta noticia. Como yo, comprenderás los nuevos deberes que semejante fortuna nos impone y los peligros que puede acarrear a nuestra prudencia. Hace apenas una hora que conozco los pormenores del caso y ya el cuidado de semejante responsabilidad casi desvanece el júbilo que pensando en ti me causó en los primeros momentos la certeza de la noticia. Quizá este cambio sea fatal para nosotros, modestos pioneros de la ciencia, que tan dichosos éramos en nuestra oscuridad. ¿Lo seremos en adelante?"

Encontré este libro en un cajón en la puerta de una librería, por un euro. Se podría decir que aprendí a leer con Julio Verne, pero no ha sido hasta muchos años después que he comenzado a familiarizarme con sus obras menos conocidas y por tanto no me pude resistir a comprarlo... Para más inri, es un libro tan cortito, con una letra tan grande, que en dos viajes de autobús (ida y vuelta al trabajo) me dio tiempo a leerlo.

Ya me habían advertido que era muy malo, pero no me esperaba yo que lo fuese tanto: más que malo, es surrealista. Cierto es que Verne se puede considerar un autor de ciencia ficción, pero en esta obra recopila una serie de absurdos increíble, desde la forma en que el dinero se reparte hasta cómo se resuelve todo, pasando por esa propuesta de república platónica hecha realidad. No negaré que se deja leer muy bien, pero tanto odio por parte de una persona hacia otra que no conoce, esas ansisas desmedidas de destrucción por un lado y de filantropía por otra, ese pretender que una buena educación elimina las inclinaciones naturales de un hombre y que la salubridad elimina mágicamente toda enfermedad hereditaria, incluso la manera en que se solventa la terrible venganza del alemán son muy absurdas, demasiado irreales hasta para los planteamientos habituales de Verne.

De modo que el libro va a la calle de cabeza, claro.

WILD RELEASE NOTES:

Queremos ir a ver la representación de Medea el viernes 19 en el Museo Arqueológico, así que algunos beceros y compañeras mías de trabajo hemos quedado a las diez y media en la puerta del museo: pretendo dejar este libro en dicha entrada, en las sillas de madera labrada que allí hay.

No ha sido muy ameno,pero soy incapaz (casi nunca)de dejar un libro a medio leer.

CAUGHT IN SEVILLA SEVILLA ESPAÑA