Éste es el quinto libro de este autor que puede encontrarse en mi estantería: todos han sido obsequiados por él mismo, así que no puedo agradecérselo más que intentando dar toda la difusión posible a su obra, de ahí que Umbral mixteco parta de viaje junto con Gato pardo, La razón de Joaquín y La brecha. Por ahora, al este bookring se ha apuntado una única persona y los libros los entregaré en mano en Barcelona, hacia donde parto mañana, así que registro este libro cuando voy por la página 114. No puedo opinar aún sobre él, pero sí es seguro que lo terminaré mañana en el avión.

Entre tanto, copio aquí la contraportada:

"Un extraordinario pintor decide quitarse la vida porque su excesiva sensibilidad le resulta intolerable. Sin embargo, su espíritu reconoce un profundo apego hacia su obra, de manera que decide apoderarse temporalmente de la voluntad de algunas personas hasta sentir que puede partir definitivamente.

Con un lenguaje que en momentos acaricia la poesía y con ricas descripciones de lugares, personajes, sentimientos y reacciones, el autor describe el potente efecto de esta invasión en cada uno de los personajes que, sorpresivamente, encuentran una pasión totalizante cuando menos lo esperan y, en última instancia, se convierten en aliados para que el espíritu del artista pueda finalmente continuar con su camino."

Hasta ahora, los cuatro libros que había leído de este autor tenían muy poco en común: Umbral mixteco sí tiene elementos que había encontrado en las otras novelas, como son el rollo metafísico del Todo (aunque la diferencia entre espíritu y alma no me ha quedado nada clara, la verdad, es lo que tiene leer deprisa para acabarlo antes de llegar a Barcelona); los manejos familiares para lograr poder económico (aunque, si Elsa estaba bajo la tutela legal de sus hijos, su testamento manuscrito tampoco debía tener ningún valor legal y por tanto la casa no debiera haberse podido ceder de una forma tan cutre, pero tampoco sé de cuestiones legales como para discutir esto); la lealtad (me da que a Enrique ya lo mueve algo más que la amistad en todo el tema de los cuadros); y los chamanes y gente que puede tratar con espíritus.

Por el momento, me está resultando entretenida, aunque confesaré que, por mucho que un autor ponga de sí mismo en una obra, el extasiarse así ante ella me parece bastante egocéntrico por un lado e incomprensible por otro, dado que dicho pintor se suicidó por no poder alcanzar la perfección... Así que ese volcarse en rememorar las sensaciones que lo empujaron a pintar cada cosa, ese apego por sus obras, no sé si se deben a que está recuperando lo que fue esa vida desperdiciada o es una simple exageración. Supongo que cuando lo termine lo sabré.

En Barcelona se lo paso a Mariquinha y ella se lo dará a Almacom, que por ahora es el único apuntado al bookring.

RELEASE NOTES:

Sobre las diez y media-once de la mañana (según lo que tarde en llevarme hasta allí el autobús) dejaré este libro en uno de los bancos que hay en medio de Centro Este, alrededor de la placita que simula ser un reloj de sol.

En teoría, este libro se lo iba a pasar a Almacom, pero tras darme tantas largas, casi mejor que lo libero a lo salvaje para darle alguna oportunidad de ser leído, en lugar de retenerlo en mi casa.