Intenta hacer la economía amena, pero no me llegó a enganchar mucho

Recibido por correo de PastoraMarcela hace casi dos meses, y leído al poco -por mí, por mi padre...-. He estado desconectado este tiempo y de ahí el retraso, pero me pongo en movimiento para que el Ring siga su curso. Pido disculpas por todo ello. Y tras la disculpa, al meollo.

Xavier Sala i Martín es un tipo peculiar -lo último por lo que es noticia es porque presidirá la Junta Gestora del F.C.Barcelona hasta la celebración de elecciones en otoño (???!!!)-, y que no cae necesariamente simpático. Pero creo que su trabajo puede desligarse fácilmente de su persona, y en lo suyo -la teoría económica- es innegablemente bueno. Además es un prolífico divulgador, supongo que no tan bueno como economista, y aunque su humor puede hacer más o menos gracia creo que tiene talento para explicar comprensiblemente los fundamentos de la ciencia económica y la forma en que estos se aplican a problemas concretos.

Todo lo dicho sobre Sala i Martín vale para "Economía liberal para no economistas y no liberales": su humor -sí, lo hay- puede gustar más o menos, pero el texto es muy accesible y expone de forma clara -y sin ocultar que es una simplificación de un modelo más complejo, sobre todo en su formulación matemática, lo que creo que es tan honesto como poco habitual- los principales núcleos del pensamiento del autor. Prefiero la primera parte, la escrita ex professo para el libro, en la que expone de forma más ordenada los fundamentos de la teoría económica liberal. Al final de esta primera parte y en toda la segunda -una selección de artículos publicados en prensa- se pierde más en hablar sobre temas muy concretos ligados a la actualidad del momento, lo que resulta ameno, pero con menos "chicha".

Al contrario que a PastoraMercela a mi me resultó muy fácil de leer; no diré de un tirón, pero casi. No me resultó pesado ni aburrido, y la parte teorica expuesta ni demasiado compleja ni sencilla hasta la obviedad. Lo leí bien y lo disfruté, vamos.

Y en cuanto al contenido -¡tachán! Llega la única, mas inevitable, parte (ligeramente) polémica del tema-... Es un libro sobre la Teoría Económica Liberal, el autor no lo esconde. "Lo que para unos es sentido común para muchos es ideología" dice el autor en las primeras páginas. Quien sólo esté dispuesto a ver el Liberalismo como una ideología, que no se moleste en leer el libro -bueno, ni éste ni muchos otros-: supongo que sus conversaciones sobre política serán del tipo "El sexo de los ángeles" en claustro monacal. Sala i Martín es un profesor, en el sentido profundo del término, que puede caer más o menos simpático, pero al que cualquier crítica o descalificación debe serle dirigida desde el plano intelectual, en base a la validez teórica y empírica de sus propuestas. Porque ésta es su actitud, y si por algo destaca es por la honradez intelectual. Cualquiera que haya leído uno solo de sus artículos comprobará que no hay sintonía alguna entre Sala i Martín y el ex-presidente Aznar o los gobiernos de sus dos legislaturas, y sin embargo escribe "Una clasificación de los Gobiernos de España" (pag 238 y sg., y "Avui" 08/03/2000).

A mí esto me gusta. Lo de debatir con argumentos, digo. Por eso me ha gustado el libro -aunque echo en falta más extensión en los fundamentos y algo menos de actualidad-, y por eso lo recomiendo.

Qué largo ha quedado esto, ¿no? Me pondré en contacto con el siguiente en el Ring para hacerle llegar el libro.

Bueno, pues ya está terminado.

Coincido más con electroduende que con pastoramarcela. A mí el libro también me ha enganchado, y me lo he leído bastante rápido. La verdad es que siempre había tenido el capitalismo como algo malo, pero este hombre ha conseguido desmontar la gran mayoría de los miedos que me producía. Digo la gran mayoría, porque todo lo que dice está muy bien en la teoría, pero no tiene en cuenta la corrupción que se genera en los sistemas capitalistas, por ejemplo. Sólo habla de la corrupción de los gobiernos (totalmente de acuerdo, y un nuevo defensor de la inversión privada para crear riqueza) y de los regímenes socialistas (también de acuerdo en que al final no consiguen en absoluto el objetivo teórico del señor Marx), pero no dice absolutamente nada de quién paga a esos gobiernos corruptos para que dicten según qué normas, o qué presiones pueden ejercer los grupos empresariales fuertes. De todas formas, como dice electroduende, con este hombre habría que discutir en un plano intelectual en el que yo no estoy ni mucho menos situado, ya que no tengo demasiados conocimientos de economía (aunque me ha entrado el gusanillo después de leer el libro).

Por otro lado, los artículos están un poco desfasados ya, aunque la mayoría son muy interesantes.

¡Volvió a casita!