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Fue cogerlo y no poder soltarlo. Y sin embargo, recuerdo la manía que le tomé al autor luego de leerlo por primera vez gracias a un libro de relatos suyo: "Entre las sábanas". Durante tiempo estuve sin acercarme. Hasta que llegó el club de lectura y propuso "Expiación". Consiguió cambiar mi opinión sobre el autor. Y hoy, con esta obra, vengo a corroborar mi buena impresión.

Cuando parece que no te está hablando de nada, no para de introducir dilemas morales dentro de la trama para que el lector se posicione con algún personaje, se cuestione sobre el tema planteado (muerte, amistad, venganza, etc.) o dude sobre qué postura tomaría en el caso.
El lenguaje es fácil, pero el estilo narrativo a pesar de aparentar sencillez, está urdido de manera bastante elaborada: con cambios en la voz narrativa, diferentes perspectivas y en ocasiones, saltos temporales; lo que impregna a la obra de una gran calidad.

¿Y de qué va esta novela? La historia se desencadena con el fallecimiento de Molly, quien en vida había tenido diferentes amantes, los cuales se encuentran en su funeral y ahí se retoma una supuesta amistad perdida, que llevará el peso de la novela, mediante los diferentes cuestionamientos morales que sus dos protagonistas se lanzan el uno al otro.
Lo interesante está en cómo lo cuenta McEwan, pero también en que plantea temas muy controvertidos y por tanto, el lector va tomando postura al respecto, mientras avanza en la historia.
El final (cuestionado por muchos lectores) no me parece que desencaje. Tal vez es un tanto "peliculero", pero confiere equidad en la valoración de cada uno de los protagonistas.
En conjunto, me ha gustado mucho y considero que es una lectura ideal para el debate.