Los Asesinatos de Horus
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"Ansiosa por legitimar su poder absoluto como Faraón, la bella pero implacable Hatasu ha reunido a los más sabios sacerdotes de Egipto para que debatan este asunto en el Templo de Horus. Sin embargo, curiosamente, quienes defienden el derecho de las mujeres a ocupar el trono aparecen misteriosamente asesinados, y Hatasu decide poner el caso en manos de una persona de absoluta confianza, el juez supremo de Tebas Amerotke.
Amerotke se enfrenta a un complejo y enigmático caso en el que las luchas por el poder hacen avanzar la acción por caminos inesperados."
Compré este ejemplar por un euro en uno de los mercadillos solidarios de la Biblioteca Infanta Elena. Paul Doherty tiene varios pseudónimos y mil personajes que investigan asesinatos en distintas épocas, es una apuesta segura cuando te gusta ese tipo de historias (como es mi caso y el de mi padre). La pega es que he ido leyendo los casos de Amerotke según los he ido encontrando en BookCrossing, en ventas de saldos, en mercadillos de segunda mano, etc, así que ya no recuerdo cuáles he leído, cuáles no, ni en qué punto de la cronología se inserta cada crimen. De hecho, estoy bastante convencida de haber leído ya esta novela, pero hace tanto que no recordaba ni los detalles ni la identidad del asesino...
Hay prostitutas, esclavos, faraones, leprosos, una hermandad de asesinos, los cocodrilos del Nilo, todo lo que se pueda juzgar necesario para representar al completo una sociedad. De hecho, siempre se dice que los dioses eran algo muy presente en el día a día de los egipcios, así que también hay superstición y miedo (al protagonista, faltaba más, lo pintan algo escéptico al respecto) de los que se sirve el asesino en su puesta en escena.
Confieso que, a pesar de los envenenamientos y de los ataques de los cocodrilos, escenas que debieran resultar muy intensas, no he conseguido que la lectura me absorbiese. Eso no quita que sea entretenida, sin más trascendencia.
Amerotke se enfrenta a un complejo y enigmático caso en el que las luchas por el poder hacen avanzar la acción por caminos inesperados."
Compré este ejemplar por un euro en uno de los mercadillos solidarios de la Biblioteca Infanta Elena. Paul Doherty tiene varios pseudónimos y mil personajes que investigan asesinatos en distintas épocas, es una apuesta segura cuando te gusta ese tipo de historias (como es mi caso y el de mi padre). La pega es que he ido leyendo los casos de Amerotke según los he ido encontrando en BookCrossing, en ventas de saldos, en mercadillos de segunda mano, etc, así que ya no recuerdo cuáles he leído, cuáles no, ni en qué punto de la cronología se inserta cada crimen. De hecho, estoy bastante convencida de haber leído ya esta novela, pero hace tanto que no recordaba ni los detalles ni la identidad del asesino...
Hay prostitutas, esclavos, faraones, leprosos, una hermandad de asesinos, los cocodrilos del Nilo, todo lo que se pueda juzgar necesario para representar al completo una sociedad. De hecho, siempre se dice que los dioses eran algo muy presente en el día a día de los egipcios, así que también hay superstición y miedo (al protagonista, faltaba más, lo pintan algo escéptico al respecto) de los que se sirve el asesino en su puesta en escena.
Confieso que, a pesar de los envenenamientos y de los ataques de los cocodrilos, escenas que debieran resultar muy intensas, no he conseguido que la lectura me absorbiese. Eso no quita que sea entretenida, sin más trascendencia.
Journal Entry 2 by carboanion at Parque de María Luisa - Museo Arqueológico in Sevilla, Sevilla Spain on Thursday, April 20, 2017
Released 6 yrs ago (4/23/2017 UTC) at Parque de María Luisa - Museo Arqueológico in Sevilla, Sevilla Spain
WILD RELEASE NOTES:
El día 23 de abril, por ser el Día del Libro, dejaremos en los bancos que hay en las distintas salas del Museo Arqueológico de Sevilla libros de temática histórica, éste entre ellos. Será a partir de las nueve de la mañana. La cuenta de Twitter @elculdMercurio sortea un libro entre aquellos de vosotros que hagáis entrada en el diario de viaje, lo tuiteéis y lo etiquetéis en el tuit.