Honestamente, no sé de dónde ha salido este libro. Abrí un aparador que tengo repleto y empecé a sacar ejemplares de la Biblioteca de Autores Andaluces que no recuerdo si recogí en alguna donación, compré por un euro en el mercadillo de la Biblioteca Infanta Elena (aunque está muy nuevo para ser de segunda mano) o apareció en mi casa por generación espontánea. Por más que me estrujo la cabeza, no consigo saber su procedencia... Sea como sea, ya que estoy intentando reunir novela histórica para liberar el Día del Libro en el Museo Arqueológico de Sevilla y tiene pocas páginas, lo saqué del mueble para leerlo.

Imagino que buena parte de la geografía en esta novela es inventada, porque la Capital creo identificarla con Sevilla y el General Alto con Queipo de Llano; otros sí aparecen con su nombre, apellidos y realidad histórica (Franco, Madrid, distintas batallas de la Guerra Civil Española); pero los escenarios principales, Etruria y el monte Bujarra, no me suenan de nada. Supongo que una búsqueda rápida en Google me podría esclarecer si hay alguna verdad en un pueblo de manual, con sus caciques, su casino, sus rencillas entre familias, pero es lo de menos.

Las guerras de Etruria es la historia de la familia del ingeniero Enrique Vargas, que su nieto va desentrañando a partir de los diarios de su tío Anselmo y las entrevistas con diversos personajes del pueblo. El muchacho desea conocer el destino de su padre, Fidel Ayala, desaparecido durante la Guerra Civil, y es así como se nos descubren las represiones, la resistencia, los abusos, el aprovechamiento de la situación para zanjar rencillas personales, todo lo que se podría imaginar en un pueblo real en aquellas fechas. Son hechos terribles y, a pesar de eso, debo confesar que ha sido una lectura muy agradable. No esperaba que la novela me gustase y lo ha hecho.

El día 23 de abril, por ser el Día del Libro, dejaremos en los bancos que hay en las distintas salas del Museo Arqueológico de Sevilla libros de temática histórica, éste entre ellos. Será a partir de las nueve de la mañana. La cuenta de Twitter @elculdMercurio sortea un libro entre aquellos de vosotros que hagáis entrada en el diario de viaje, lo tuiteéis y lo etiquetéis en el tuit.