Me lo traigo de La Mantequería, sin más referencias que el Crematorio del mismo autor.

Referencia de Crematorio y ni siquiera la novela, sino la serie. Por eso empiezo esta novela echando de menos la acción y el drama de aquella. Ésta es más reflexiva; la mayoría de ella son las reflexiones de Esteban, protagonista, y de los otros personajes de su universo cercano.
Si en aquella había dinero para ganar y dilapidar, en ésta el dinero se acabó y quedan las víctimas. Esperanzas insatisfechas, embargos, vidas truncadas y a la deriva.

Mi intención era liberado en Olba o Missent, pero ha sido bastante imposible (ay, iluso).
Al final ha quedado en el café Feliz, frente al cauce del Turia, al lado de la caja de caudales.