La sombra del águila
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"La sombra del águila narra una historia basada en un hecho real: durante la campaña de Rusia de 1812, en un combate adverso para las tropas napoleónicas, un batallón de antiguos prisioneros españoles, enrolados a la fuerza en el ejército francés, intenta desertar, pasándose a los rusos. Interpretando erróneamente el movimiento, el Emperador lo toma por un acto de heroísmo y ordena en su auxilio una carga de caballería que tendrá imprevisibles consecuencias.
Bajo su tono desgarrado, lúcido, divertido y trágico a un tiempo, Arturo Pérez-Reverte desvela una descarada y mordaz visión de la guerra y la condición humana."
Compré este libro en un mercadillo solidario de la biblioteca Infanta Elena por un euro, con la idea de liberarlo en el Museo Arqueológico el Día del Libro. Ya que lo tenía, que El maestro de esgrima sí me había gustado (cosa que no puedo decir de El pintor de batallas, El club Dumas, La tabla de Flandes y El oro del rey, el único de Alatriste que he leído) y que son muy pocas páginas con una letra enorme, decidí echarle un ojito esta mañana: antes de irme a casa de mis padres a recoger los regalos de Reyes, ya lo había leído. Sigo sin saber por qué Pérez-Reverte es tan adorado entre los lectores. No es que la historia esté mal. Tendría que investigar si las palabras que no me parecen de la época son en realidad anacronismos o ya se usaban en el siglo XIX antes de criticar nada. Es de suponer que un soldado no es una persona instruida y por tanto no pega que el narrador emplee un exquisito lenguaje literario pero ¡es que es tan coloquial, hay tanta mofa a Bonaparte y a su estado mayor que es necesaria mucha muerte y desolación para tomarse la lectura un poco en serio!
Espero que quien lo encuentre sea un lector entregado de Pérez-Reverte y lo disfrute más que yo.
Bajo su tono desgarrado, lúcido, divertido y trágico a un tiempo, Arturo Pérez-Reverte desvela una descarada y mordaz visión de la guerra y la condición humana."
Compré este libro en un mercadillo solidario de la biblioteca Infanta Elena por un euro, con la idea de liberarlo en el Museo Arqueológico el Día del Libro. Ya que lo tenía, que El maestro de esgrima sí me había gustado (cosa que no puedo decir de El pintor de batallas, El club Dumas, La tabla de Flandes y El oro del rey, el único de Alatriste que he leído) y que son muy pocas páginas con una letra enorme, decidí echarle un ojito esta mañana: antes de irme a casa de mis padres a recoger los regalos de Reyes, ya lo había leído. Sigo sin saber por qué Pérez-Reverte es tan adorado entre los lectores. No es que la historia esté mal. Tendría que investigar si las palabras que no me parecen de la época son en realidad anacronismos o ya se usaban en el siglo XIX antes de criticar nada. Es de suponer que un soldado no es una persona instruida y por tanto no pega que el narrador emplee un exquisito lenguaje literario pero ¡es que es tan coloquial, hay tanta mofa a Bonaparte y a su estado mayor que es necesaria mucha muerte y desolación para tomarse la lectura un poco en serio!
Espero que quien lo encuentre sea un lector entregado de Pérez-Reverte y lo disfrute más que yo.
Journal Entry 2 by carboanion at Parque de María Luisa - Museo Arqueológico in Sevilla, Sevilla Spain on Friday, April 22, 2016
Released 8 yrs ago (4/23/2016 UTC) at Parque de María Luisa - Museo Arqueológico in Sevilla, Sevilla Spain
WILD RELEASE NOTES:
El Museo Arqueológico de Sevilla, en pleno Parque de María Luisa, es un lugar lleno de belleza e Historia, con mayúscula, ya que alberga desde fastuosos ajuares funerarios prehistóricos hasta los dioses romanos de Itálica, pasando por una réplica del Tesoro de El Carambolo. Queremos potenciar que se visite y disfrute liberando allí novela histórica, de modo que quien quiera cazar pueda regalarse la vista. Por tanto, el día 23 de abril, Día del Libro, a partir de las once de la mañana dejaremos este ejemplar y otros del mismo género en las salas XIV, XIX y XX, donde se encuentran el Mercurio, la Diana y los emperadores de Itálica, en los bancos que hay allí dispuestos para la contemplación de las esculturas.