"Miguel Villacé Yólotl, el joven mestizo hijo de un conquistador español y de una india mexicana (a quien nuestros lectores han podido conocer en El oro de los sueños) emprende en La tierra del tiempo perdido una nueva aventura, en compañía de su padrino y de la india Lucía. Un viaje con destino a Perú, interrumpido en el Yucatán, le permitirá recorrer la tierra de los pavos y los venados, internarse en las viejas ciudades abandonadas que la selva ha invadido y participar en las luchas en que los conquistadores intentan vencer la resistencia de los últimos mayas."

Cuando estaba en el colegio me hicieron leer Las lágrimas del sol, que juraría que es la continuación de éste, de modo que cuando cayó en mis manos (salido de una donación) decidí secuestrarlo y leerlo antes de enviarlo a la búsqueda de nuevos lectores. La novela es corta y entretenida. Es cierto que describe la brutalidad de los soldados españoles contra los indios y que se los protagonistas se ven encerrados en una encomienda, pero curiosamente el encomendero, aunque loco, tiene las mejores intenciones para con los indios y tampoco se radicaliza el texto en contra de la práctica de las encomiendas. El protagonista, al fin y al cabo, es un mestizo y concilia en su persona lo que traen de nuevo los españoles y la admiración por la obra de los nativos, de modo que no demoniza en exceso a los conquistadores (he leído cosas mucho peores).

A las 16:30 en la sala XIV del Museo Arqueológico.