"Año de gracia de 1471. La guerra entre las casas de York y de Lancaster ha concluido, pero el sangriento conflicto ha dejado muchas llagas abiertas y algunas cuentas pendientes. Entre ellas, la desaparición del Ojo de Dios, un medallón de enorme valor que el conde de Warwick lucía en el campo de batalla, pero que no se halló luego en su cadáver degollado. Para averiguar el paradero de la joya, el rey elige a dos peculiares comisionados: el irlandés Colum Murtagh, comisario real de Canterbury, y la avispada Kathryn Swinbrooke, una mujer que ejerce el arte de la medicina y que ha probado ya en el pasado su singular aptitud para resolver misterios. Ambos tendrán que abrirse paso a través de una espesa trama de crimen y codicia (entre oficiales, buhoneros, predicadores y soldados de fortuna) antes de llegar a contemplar el brillo inigualable del Ojo de Dios."

P.C. Doherty no sé cuántos seudónimos tendrá, porque he leído obras suyas también como P.C. Harding y las recuerdo ambientadas en cualquier momento de la Historia (el Antiguo Egipto y la Antigua Roma incluidos). Mi padre es muy fan de uno de sus personajes, Fray Athelstan, un monje que resuelve asesinatos en el Londres medieval y que no es tan limpio y puro como Fray Cadfael, de Ellis Peters: son novelas más sórdidas, aunque sin asquear, con un punto de humor.

Lo cierto es que este ejemplar llegó a mis manos a través de una donación. Yo lo había leído hace bastante y sólo recuerdo que era muy entretenido, lo suficiente como para buscar más títulos de esta serie, pero no podría ser más precisa en relación a su contenido...

A las 16:30 dejaré este libro en el banco que hay frente al Mercurio de Itálica, en la sala XIV del Museo Arqueológico de Sevilla.