No me cuentes tu vida
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Comprado hace tiempo como regalo... y no cuajó, por los "colores" del autor. Lástima... Se queda en casa; y cuando lo leamos será difícil no recordar a aquél para quien estaba destinado.
Vamos a ver qué tal. Alguno me dirá cosas cuando se entere de que es lo primero que leo del autor, ¡pero por algún sitio hay que empezar!
Leches, me ha costado más de 3 meses... Lo he acabado por acabarlo. Es verdad que tiene su enjundia, hasta el punto de que me planteo que sea autobiográfico por lo complicado que veo montarse una historia así. Sin trama real, pero con muchos detalles, como al fin y al cabo son la mayoría de las vidas.
En este caso el narrador se dedica a escribir un diario, aunque salpicado de reflexiones y vivencias pasadas en cantidad suficiente para saber del pasado de él mismo y de quienes le acompañaron. A la vez da paso a su hijo y las personas que rodean a éste, marcando de forma importante el salto generacional, e incluso aventurándose a mostrar las barreras que lo demarcan.
Habla de Rumanía, de su pasado (del país y del narrador) comunista, de las migraciones, en un sentido entonces, y en el contrario ahora. Y de las relaciones humanas entre unos y otros.
En fin, que está interesante, que no es literatura ligera, pero que tal vez por eso me cuesta hacerme con él. Lo cuál, en cierto modo, hace que me ponga en el lugar del hijo, presunto destinatario de todo esto, y de cuya boca posiblemente hayan salido en alguna ocasión las palabras que dan título al libro.
En este caso el narrador se dedica a escribir un diario, aunque salpicado de reflexiones y vivencias pasadas en cantidad suficiente para saber del pasado de él mismo y de quienes le acompañaron. A la vez da paso a su hijo y las personas que rodean a éste, marcando de forma importante el salto generacional, e incluso aventurándose a mostrar las barreras que lo demarcan.
Habla de Rumanía, de su pasado (del país y del narrador) comunista, de las migraciones, en un sentido entonces, y en el contrario ahora. Y de las relaciones humanas entre unos y otros.
En fin, que está interesante, que no es literatura ligera, pero que tal vez por eso me cuesta hacerme con él. Lo cuál, en cierto modo, hace que me ponga en el lugar del hijo, presunto destinatario de todo esto, y de cuya boca posiblemente hayan salido en alguna ocasión las palabras que dan título al libro.