La madre de Zazie suelta a esta pre-adolescente precoz y malhablada con sus tíos, un viejo matrimonio que vive en París. El título se explica porque Zazie, que hasta ese momento había vivido en un pueblo, tiene como una ilusión ir en metro; pero no puede ser porque hay una huelga. Zazie se las sabe todas, lo que escandaliza a los vecinos como Tourandot. Por otra parte, un posible mirón/pederasta/mentiroso compulsivo/falso policía le compra unos pantalones vaqueros, y Zazie acepta porque piensa que podrá manejar la situación. El tío de la chiquilla se supone que es sereno, pero después resulta que no, que trabaja en una especie de cabaret y sale a escena vestido de sevillanas. Hay un loro que siempre repite lo mismo, y Tourandot ligará con una viuda que no se decide.

Es una historia surrealista y rocambolesca. Se lee rápido, por la cantidad de diálogo que tiene. Hay muchas expresiones coloquiales y juegos de palabras que el traductor ha intentado mantener, aunque no siempre le haya sido posible. Hace tiempo que había visto la película que se hice de esta novela, y me había gustado más; quizás porque la actriz infantil que hace de la malhablada Zazie hacía la historia muy entretenida. Ingenioso y divertido, ma non troppo.

MAÑANA

Está en Lugo, engrosando la lista de pendientes.
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