Copio de la contraportada:

"En una ciudad que es un vertedero nuclear y donde hasta el centro comercial ha tenido que cerrar sus puertas, Tyler planea la vida que quiere llegar a tener: quiere ser rico, asquerosamente rico. Y eso es muy difícil. Rodeado por su madre, una hippy que se quedó en los sesenta; su hermana, que no acaba de encontrar su norte; y su novio, que carece de objetivos tanto como él, Tyler vive una realidad tan distorsionada que sólo le preocupa saber qué tipo de champú debe usar diariamente. O cuál va a ser el siguiente aparato que podrá comprar para su ultramoderna habitación, gracias a la venta de productos de marca falsificados. O no caer en ninguno de los vicios de los pobres, como fumar. Y es que Tyler huye de la trascendencia como de la muerte."

Encontré este libro entre los muchos que componían una donación impresionante, repleta de títulos de autores que me encantan. Hace muchísimos años, alguien que me interesaba me regaló Generación X y lo adoré. Lo más curioso es que ahora mismo no sabría dar detalles sobre Generación X y pienso que si me gustó tanto se debió a que en aquel entonces yo estaba bajo la influencia de ese chico y envuelta en mis propias incertidumbres, en la búsqueda de mi lugar en el mundo. Sin embargo, ha llovido mucho desde entonces y mis circunstancias han cambiado, tanto que Planeta Champú me ha hecho preguntarme qué vi yo en Douglas Coupland entonces.

Ésta es una novela con la que no conseguí conectar hasta el final, cuando de repente la cruda realidad pega una patada en la puerta de esa familia excéntrica, extraña e irreal: aquella parte sí me gustó. El resto del tiempo estuve siguiendo las divagaciones de Tyler sin poder evitar discrepar de sus opiniones, despreciar a sus amigos frívolos, considerar que esa supuesta generación perdida sin objetivos no era más que otro estereotipo... En definitiva, que cogía y dejaba el libro porque no tenía ganas de leerlo y por tanto la lectura se ha eternizado.

Este martes 23 de abril es el Día del Libro y a las cinco y media de la tarde vamos a darnos un paseíto por el Parque de María Luisa para soltar libros y celebrarlo. Empezaremos en la mesa de azulejo que reproduce un mapa del parque, en la Plaza de las Palomas. ¡Suerte con la caza!