Advertencia: Si vas a leer el libro, deja el Prefacio para el final. Aunque es interesante leer las reflexiones de la autora, desvela detalles relevantes de la trama.

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Harriet vive los últimos días de su infancia junto a un gran río en la India. Su casa está rodeada por un maravilloso jardín lleno de aromas, colores y contrastes, como la vida y la muerte. Y de fondo, el ruido del río en su transcurrir incansable. Una historia en la que parece no pasar nada, pero en la que los sucesos acaecen sin que uno se dé cuenta, como el mismo crecer.

El estilo, la historia me recuerdan a otros libros que he leído. Harriet, por ejemplo, me recuerda muchísimo a la Briony de Expiación. Quizás fue una de las inspiraciones de Ian McEwan para la primera parte de su libro.

El río es un libro basado en las experiencias de infancia de la propia autora, un auténtico descubrimiento para mí. Lo compré con otros libros de saldo a un euro, pero a partir de ahora estará en mi lista de libros imprescindibles.

De momento, queda reservado para el juego 4ª edición LL (Literatura Liviana). Creo que el ganador se llevará una pequeña joya aunque en cuestión de gustos... :)

Para Doli.

Recibido esta mañana, por el Juego de Literatura Liviana. Muchas gracias, Cocodras, dejaré el prefacio para el final como tú dices, tampoco quiero saber de más antes de lo que toca.

Como dijo Cocodras, una pequeña joya. También para mí ha sido un descubrimiento. Una preciosidad de relato que fluye como su título en una estampa llena de olores y sonidos.

Para vedacris, que se lo ganó. Espero que disfrutes con esta lectura.

Está en mis manos.
Lo pintáis muy bien, seguro que me encanta. Ya comentaré.

Muchísimas gracias por el acompañamiento, Doli.

Conocido con las dos anteriores lectoras en todo. También creo importante dejar el Prefacio para el final (está manía mía de nomleer los diarios de los libros antes de leer elmpropio libro, me impidió ver el aviso de Cocodras.

Una novela muy visual, olfativa, sensible y sensitiva. El paso de la infancia a la primera adolescencia descrito magistralmente, ¡con lo complicados que son los sentimientos en esa edad y lo sencillo que parecen descritos por la autora!
El río (que da título a la obra) siempre está ahí casi sin estar, y eso es otra cosa que también me ha encantado.

Me ha gustado mucho, una pequeña joyita que me anima a buscar más cosas de la autora.

La liberación de este libro participa en el concurso: "ponle un final a tu liberación salvaje" del foro de Bookcrossing español. El final que yo me he inventado, es el siguiente:

Nadie tiene muy claro dónde nací -aunque nazco cada día-, pero yo os lo diré: Villarrubia de los ojos me ve cada día emprender mi viaje hacia "el gran charco", mi destino final.
Cada día, cada hora, en realidad cada segundo, recorro 744km cruzando campos, bosques, valles, ciudades e incluso diferentes países.
Soy más antiguo, casi, que todo lo que veo a mi alrededor. Los romanos me llamaron "ANA", porque a lo largo de mi viaje, muchas veces, me acompañan patos.
Soy vida, soy alegría, soy frontera, soy denominación de origen, soy RÍO, soy...GUADIANA.

De todas las ciudades por las que paso, una de las que mas me gustan es esta, Mérida. Esos que me llamaron "el río de los patos" construyeron sobre mí un puente que a día de hoy aún se mantiene en pié, desde el que me observan (y admiran) cientos de personas al día. Yo también los veo y refresco, les concedo pasear por mis riberas, sentarse sobre el césped en familia o con amigos, escucho sus conversaciones y acompaño, acompañamos (los patos y yo), a los que hacen deporte a mi vera.

Esta mañana acompañabamos a una chica que iba enfrascada en la lectura de un libro. De vez en cuando levantaba la cabeza para mirarme y para mirar a su alrededor, después volvía a concentrarse en la historia que leía.
Cuando llegó al puente se detuvo, volvió a echar un vistazo alrededor y, en un visto y no visto, sacó otro libro de su bolso y lo colocó en uno de los huecos de este puente que lleva más de 2000 años saludándome en esta parte de mi viaje.
Se sentó en uno de los bancos de mi paseo, justo al lado de la Alcazaba que construyeron los que me dieron mi nombre actual, y fijó sus ojos en el libro que había depositado. Entonces yo también lo hice...'El río' ¿El río? ¡No comprendía nada! ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué pintaba ese libro, ese río, en MÍ puente? La chica siguió leyendo y cada vez que veía que alguien se acercaba al libro levantaba la mirada del suyo y observaba.

Un chico caminando "con la fresca", una sorpresa, un "no sé si debería", una mano que se acerca, que hojea, una sonrisa...De nuevo 'El río' pasea por la vereda del río, de mí, y de repente lo comprendí todo. Ese río también está haciendo su viaje, también está cruzando ciudades, bosques, puentes, quizá también fronteras y países. Comprendí que todos los ríos tenemos nuestros admiradores y nuestras misiones. Nuestras zonas caudalosas y nuestros remansos.
Yo sé hacia dónde voy, ¿hacia dónde irá 'ÉL'? Tú que me llevas de viaje, dinos, a esta chica y a mí, donde está, hacia dónde lo llevaste y hacia dónde te llevó él, y, sobre todo, deja que siga viajando una vez te haya refrescado a tí, no lo encierres en estanterías entre cuatro paredes, déjalo libre como sus/mis patos.