Un joven de veinticinco años -¿el propio Bianciotti?- desembarca en Italia en un día de marzo de 1955, procedente de Buenos Aires. No tiene un centavo, pero está armado de una doble convicción: su viaje será sin retorno y, para mantenerse en pie, tendrá antes que aprender a caer. Así, primero en Nápoles y después en la Roma de la Dolce Vita, en la más absoluta indigencia, empezará la caída a los infiernos del hambre y el lento, tenebroso y bellísimo aprendizaje de la dignidad.

Un libro muy especial que enseña a apreciar la vida... Liberado!!!