"Ginny sy padre forman una familia poco común, pero muy unida: son como amigos, casi dos hermanos. Es vernao y Ginny tiene tiempo para estar con sus amigos, trabajar un par de horas en la cafetería del pueblo y disfrutar de sus dieciséis años. La vida discurre con amabilidad, pero el descubrimiento de un secreto familiar está a punto de desmantelar todo cuanto Ginny daba por sentado."

De Philip Pullman había leído la trilogía Luces del Norte y el pequeño librito El reloj mecánico, de modo que cuando encontré El puente roto por 5,95 euros en el VIPs de República Argentina lo compré esperando disfrutar de una obra de fantasía. A pesar de que sí tiene algún elemento fantástico (la mitología haitiana y sus dioses vudú, la influencia de la leyenda urbana de la niña muerta en el puente en la protagonista), lo cierto es que es la historia de una joven mulata rodeada de blancos que tiene que encontrar su propia identidad, tiene que elegir qué papel ha de desempeñar en la vida: si es haitiana, si es europea, si es blanca, si es negra, si es buena amiga o una snob, y qué significa ser un híbrido de todo eso. El catalizador de ese viaje hacia la madurez y la toma de decisiones es el secreto familiar al que alude la sinopsis y sus esfuerzos por desentrañarlo, ya que descubre que las verdades que constituían el pilar de su existencia no son tales.

A pesar de ser un libro para adolescentes, cortito y sencillo, lo disfruté mucho. Es muy entretenido y el autor consigue que cada personaje tenga su lugar y su justificación, de modo que ni siquiera el malo más malo y peligroso de la novela consigue mantenerse en ese rol, porque también tiene circunstancias atenuantes que muestran su cara humana.

Con ocasión del Churroencuentro se realizará una liberación en el Huerto de Calixto y Melibea el sábado 13 a las doce de la mañana, así que allí estará este libro. ¡Suerte con la caza!