El título me llamó mucho la atención, el libro es delgadito... Y no es más que una serie de fragmentos de apenas una página de extensión de paranoias mezcladas sin mucho acierto: cada frase impactante está seguida de lugares comunes. Nunca he entendido a los autores que van de profundos a base de usar imágenes extrañas para describir la realidad anodina que los amarga. Si quisiera algo así, leería poesía, así que ¡a la calle con el libro!

Quedamos a las siete de la tarde en la Plaza de América, en el Parque de María Luisa, para empezar a liberar desde allí como hacemos siempre.

El libro es pequeño y alucinante. Nos reímos mucho leyéndolo,porque contaba las cosas que nos han pasado. Parece mentira,pero es magia. Es un buen libro. Nos lo encontramos el día que partíamos a Italia de erasmus,así que aquí está. Mañana lo liberaremos en Pisa,haber que suerte tiene este libro de fragmentos de la vida cotidiana. Un saludo de dos cas licenciados en filosofia! Buena lectura.